Temporada buena, aunque mejorable

Una vez ha caído el telón de la Liga 2010/2011, toca hacer balance de lo realizado. No antes, ya se sabe que vender la piel del oso antes de cazarlo se convierte en una tarea nada agradable, porque el oso vivo no se deja despellejar.

Desde mi punto de vista, una temporada en la que se termina 5º, semifinalista de copa del rey, y eliminados de UEFA Europa League en 1/16 por el Oporto, al final campeón de la competición, no puede denominarse como mala temporada. Ahora bien, si metemos en la valoración que comenzamos la temporada con unas miras más altas en liga, postulándonos a la tercera plaza y que caímos eliminados de la Champions League en la eliminatoria previa, parece una peor temporada.


Pero la liga es muy larga, y no creo que en la valoración de la misma, deba tener tanto peso las aspiraciones iniciales, y sí los condicionantes que se van produciendo a lo largo de la misma.

Los números llevaron a la destitución de Antonio Alvarez en la jornada 5, después de 2 victorias, 2 empates y una derrota y tras la emininación en la previa de la Champions ante el Sporting de Braga, perdiendo los dos partidos, y perder la Supercopa de España ante el Barcelona, tras un partido desastroso en su planteamiento en la vuelta, después de ganar 3-1 en el Sánchez Pizjuán. Entonces ya me pareció precipitado, pues parecía que se le había renovado el contrato por la cuarta plaza y la copa del rey del año anterior, pero no se le daba la confianza que merecía.

Se apostó por Gregrorio Manzano, un psicólogo que venía a paliar las carencias de actitud que se le veía al equipo ya desde el año anterior. Sus números no son malos, 15 victorias, 5 empates y trece derrotas en liga, 50 puntos, repartidos 18 en la primera vuelta y 32 en la segunda. Los números de la segunda vuelta hacen del Sevilla el cuarto mejor equipo, sólo por detrás de Barça, Madrid y Valencia, pero la remora de la primera hacen que no se pueda aspirar a más.
En Copa del Rey, la trayectoria es inmaculada hasta las semifinales, se elimina al Real Unión de Irún, Málaga y Villarreal, sin perder ni un sólo partido, y cediendo sólo un empate, 3-3, ante el Villarreal en su casa.
En la copa de la Uefa, tras pasar una fase de grupos con menos apuros de los previstos, a tenor de la calidad del grupo, el cruce de dieciseisavos de final, nos depara un cruce con el Oporto, uno de los equipos más en forma del continente, que no había perdido aún en liga y que sólo había cedido un empate es esta competición. El Sevilla pierde el primer partido en Nervión por deméritos propios y, aunque consigue la victoria en Oporto, cae eliminado.

Esos son los números. Las sensaciones han sido mucho peores. El equipo no ha conseguido tener un estilo de juego que le permitiese vivir tranquilo ningún partido. La defensa ha sido nuestra cruz toda la temporada, a veces por hombres y a veces por estrategias defensivas, la cuestión es que hemos sido el cuarto equipo más goleado de la categoría (61), sólo por encima de Almería, Málaga y Real Sociedad, si bien hemos mantenido el tipo gracias a que también el cuarto equipo más goleador (62). En esa faceta destacar a Alvaro Negredo, que con 20 goles, se ha convertido en el pichichi nacional.

La irregularidad ha sido la tónica habitual. No se ha conseguido enlazar una racha de más de 4 partidos puntuando, eso sumado una racha de cinco derrotas seguidas y a partidos tan desmotivantes como ante el Getafe, Almeria o Mallorca en casa, o Santander, Pamplona o Getafe, fuera, hacían que la afición haya vivido esta temporada como una montaña rusa de emociones, tan pronto nos veíamos alcanzando al cuarto clasificado, como caídos fuera de puestos de competición europea.

La llegada de los refuerzos invernales, Gary Medel e Ivan Rakitik, consiguen que el equipo vuelva jugar al fútbol de forma compensada, pero no es suficiente. A este equipo le han faltado sus figuras muchos partidos. Como dato ilustrativo, Jesús Navas, que suele jugar 38 de 38 partidos, esta temporada sólo ha participado en 15, Kanoute en 28, Luis Fabiano, 21. Curiosamente, la defensa es la que más ha jugado, y la que menos compenetrada parece haber estado. Así Fernando Navarro, 30, Escude, 28, Dabo, 24, y Cáceres, 25, están entre los jugadores con más participación este año.

La valoración, a la vista de lo acontecido durante el año, no puede ser del todo mala, incluso me atrevería a puntuarla con un 6 sobre 10. ¿y tú?